Estaba la pájara pinta...
sentadita en el verde limón,
y ya no se como sigue.
A Lycke se la han enseñado en su clase de español, pero no se la ha aprendido del todo, y solo canta "ay, mi amor, cuanto te quiero yo!".
Hay miles de versiones en google, algunas ponen a la pájara a la sombra del limonero, y otras la llaman "paloma pinta", pero ninguna es la auténtica Martínez de toda la vida. Quién se acuerda?
y ya no se como sigue.
A Lycke se la han enseñado en su clase de español, pero no se la ha aprendido del todo, y solo canta "ay, mi amor, cuanto te quiero yo!".
Hay miles de versiones en google, algunas ponen a la pájara a la sombra del limonero, y otras la llaman "paloma pinta", pero ninguna es la auténtica Martínez de toda la vida. Quién se acuerda?
5 comentarios: Pincha abajo en "Post a Comment" para escribir tu comentario
Estaba la pájara pinta
sentadita en el verde limón
con el pico picaba la hoja
con la hoja picaba la flor...
Esto es lo que yo recuerdo,
a ver si hay otro Martinez que se acuerda mejor.
BESOS
gracias, Isa, ya vamos avanzando un poco!
Estaba la pájara pinta
sentadita en el verde limón
con el pico picaba la hoja
con la hoja picaba la flor
¡ay mi amor! cuanto te quiero yo
Me arrodillo a los pies de mi amante
y le pido le pido constante
dame una mano dame la otra
dame un besito
y métete monja
Seguro, mamá?
a mi me recuerda al final de esta otra:
yo soy la viudita del conde Laurel,
que quiero casarme y no encuentro con quién,
si quieres casarte y no encuentras con quien,
elige a tu gusto que aquí tienes cien,
elijo a fulana por ser la más bella,
la blanca azucena que adorna el jardín,
que dame una mano que dame la otra,
que dame un besito y metete monja
aunque claro, que lo de hacer proselitismo para en convento cabe en muchas canciones. Lycke dice que su profesora colombiana canta "dame un besito sobre la boca", pero que no se hace de verdad.
¡no no no! la viudita no puede elegir a la mas bella, no es politicamente correcto en todo caso sería al mas bello, y si quiere casarse, no se va a meter en un convento.
Por otro lado, la que de le dió las manos y un besito al amante, tampoco estaría tan arrepentida como para tomar los hábitos... no sé... es todo muy complicado... pero la que yo os cantaba en casa, era como yo te digo.
Publicar un comentario
<< volver a la página principal